Prótesis de cadera
¿Qué es la cadera y cuándo necesito una prótesis de cadera?
Aunque de una forma genérica todos sabemos qué es la cadera y para qué sirve, cuando tenemos un problema que puede implicar un reemplazo protésico nos pueden surgir algunas dudas. Conocer la anatomía de la cadera, su funcionamiento, cómo es una prótesis de cadera o en qué casos es el tratamiento recomendado nos permitirá afrontar con más información la intervención.
¿Qué es la cadera?
Es la articulación que une la pierna al tronco. Más concretamente, une la parte superior del fémur con la pelvis. El extremo superior del fémur tiene forma de esfera y se llama cabeza femoral. La pelvis tiene un receptáculo hemisférico en cada lado, llamado acetábulo, y en el que encaja la cabeza femoral.
La cabeza femoral se mueve dentro del acetábulo y ello nos permite andar y desplazarnos. Tanto la cabeza femoral como el acetábulo están recubiertos de cartílago, que facilita el deslizamiento de ambas estructuras sin que se produzca dolor. Además, todo el complejo se rodea de ligamentos y tejido fibroso que forman la cápsula articular. La cápsula (junto con la musculatura) ayuda a estabilizar la cadera y está rellena de líquido sinovial, que actúa como lubricante.
¿Qué es una prótesis de cadera?
Una prótesis de cadera es un dispositivo médico artificial que reemplaza a nuestra cadera natural cuando ésta presenta daños.
Hay diferentes tipos de prótesis de cadera que aplica a cada situación y paciente.
¿Cuándo necesito una prótesis de cadera?
Las prótesis de cadera se utilizan para aliviar el dolor y para devolver la función a pacientes que no responden bien al tratamiento conservador (reposo, rehabilitación, anti-inflamatorio).
Normalmente se recomienda el reemplazo protésico de cadera en uno de los siguientes escenarios:
Fractura de cadera: Se trata de una rotura de la parte superior del fémur. Suele producirse en pacientes con osteoporosis previa. Es habitual el uso de prótesis parciales de cadera.
Artrosis de cadera: Es el desgaste del cartílago que recubre la superficie de la cabeza femoral y/o del acetábulo. Éste puede deberse al sobreuso, a causas desconocidas o a patologías previas que aceleren su desgaste. En estos casos se suele optar por el uso de prótesis totales de cadera.